simon_pedestal

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viernes, 25 de mayo de 2012

SANATORIO DE HERISAU, VIII

Tina Merandom
 
Todo alrededor está lleno de huecos, qué paradoja. El vacío lleno, abarrotado, de vacíos. Hay una máscara azteca en la pared de enfrente cuando me tumbo a leer. La máscara azteca me mira con sus ojos huecos de nada y de pregunta. La habré puesto ahí para recordarme que detrás de la máscara hay abismo, pero ya no me acuerdo, ahora sólo me disgusta y absorbe en sus cuencas silenciosas el terror de mis ojos. Aunque es un miedo impasible, conforme a veces. Pero ese es sólo un hueco, alrededor hay muchos más. Es increíble lo que abundan los agujeros, aunque a veces, la mayor parte de las veces, parecen lisos y disimulan sus negras bocas devoradoras. Los escalones, el vano de las puertas, el falso agujero al mundo de las ventanas. Lleno todo lo que puedo los nichos: los estantes, los cuadrados de cds, las alacenas. Las atiborro de cosas, da igual, libros, botes de tomate o discos. El caso es que tapen los agujeros. Recuerdo siempre de las ruinas una sola cosa. No las columnas fuertes ni los bustos cariados. Recuerdo más bien el contorno que dejan los arcos, las cuadrículas mortuorias de lo que fueron habitaciones o almacenes de trigo y las hornacinas, siempre vacías, como esperando, o más bien recordando aquello que contuvieron. Hasta en la unión perentoria de un abrazo lo que cuenta no es el nudo de los cuerpos o la unción de la saliva. Lo que cuenta siempre es el hueco que queda en medio, insoslayable, irremediable. No hay manera de aplastarlo y reducirlo. La cama espera también el hueco de nuestro cuerpo, como el satén que acolcha el ataúd marcará para siempre la oquedad de nuestra silueta. El cuerpo también es hueco, la garganta, el sexo abierto, los agujeros por los que respira proclaman su soledad. Parece que también  hay agujeros por las multiplicaciones imposibles del espacio. Imagino que somos una réplica de ese gran hueco celestial, de noche negra y cerrada, que nos anuncia que seremos tragados para siempre para llenar su propio e inabarcable vacío.

3 comentarios:

  1. Se llama hambre.... ocurre sobre esta hora mas o menos

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  2. Los huecos vacíos son el paraíso si los comparamos con las cosas terribles que pueden llegar a ocupar su lugar.
    Comprueba si en uno de los ojos de la máscara azteca cogen las notas del último disco de Beach House. Creo recordar que te gustaba Radiohead.
    http://www.youtube.com/watch?v=FuvWc3ToDHg

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  3. Maravillosa canción, Corrientísimus, me apunto el grupo a partir de ahora, y reflexión moderada, muy budista diría yo. Gracias

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