simon_pedestal

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jueves, 1 de septiembre de 2011

Niños pedantes celuloidos (XII) : Heathcliff.



"La acción transcurre en el infierno, pero los lugares, no sé por qué, tienen nombres ingleses".
Dante Gabriel Rossetti, sobre Cumbres Borrascosas de Emily Brontë.


Qué historia la de Heathcliff. De todos los niños pedantes que hemos estudiado, su historia es la más triste. Ni aquel final de serpiente, crótalo del desierto, camino más corto de retorno del Principito a su planeta, supera el sufrimiento que fue forjando a Heathcliff.

Heathcliff es el gran niño-pedante-celuloido-romántico, el niño desposeido y miserable, en el sentido hermoso del término hugoniano. Pero si al miserable de Jean Valjean el destino injusto terminó por llenarlo de amor; a nuestro héroe, el destino injusto lo va a ir cargando, lentamente, de forma precisa como un arma, de odio y resentimiento.

Veréis que Heathcliff no llora, ha sufrido tanto en su corta vida que ya es incapaz de llorar. Antes que llorar, Heathcliff prefiere ir guardando dentro las maldades que soporta, para algún día poder devolverlas con intereses acumulados (en esa época los intereses eran despiadados, no existían controles financieros, ni la protección del Banco Central Europeo, qué va, qué va...)

Pobrecillo Heathcliff, fijaros cómo se abraza al hombre que lo rescató de las calles de Liverpool cuando los niños lo insultan en su llegada. ¡Ese abrazo es tan tremendo! ¡Creo que es uno de los mejores abrazos de cine que he visto nunca! ¡Es un abrazo limpio de niño sucio! ¡Un abrazo de niño desesperado que necesita urgentemente que alguien lo quiera! ¡Heathcliff, gitano mendigo...! ¡Sí, nuestro niño como un sucio gitano mendigo por el mundo! ¡Pero también Heathcliff era un mendigo de cariño!
[Con este tipo de vívidas exclamaciones, no pretendo asustaros, eh... no temais nada, porque no estoy tan loco... Lo que ocurre es que a veces intento imitar el personal estilo del gran escritor inglés Thomas Carlyle, de quien, ilusoriamente, me considero discípulo (¡Qué tontería, verdad! Pero es que es así, joder, no puedo evitarlo desde que leí Los Héroes) ¡Por el supremo bien que nos protege, os digo que aquí y ahora he reconocido el intenso influjo de Carlyle y que me siento orgulloso de ello! En fin, lo solté todo...¡Glupp! y ¡Sniff! (estupor y pena)]

Pero ni la protección ni el cariño ni el amor que ahora le ofrece el mundo van a salvar al pequeño y noble Heathcliff de su injusto destino.
El angustiado Paul Verlaine dijo que el amor era una vieja ironía de la que no quería oir hablar más. Irónicamente, el amor que Heathcliff necesita al llegar a Wuthering Heights va a terminar por destrozar su ya destrozada vida (un capítulo del Landnámabók, el libro de los asentamientos, es Amor el destructor).

Tenía razón Rossetti, el niño (que no tenía ni nombre, lo llamaremos Heathcliff) ha pasado de las calles de Liverpool a Cumbres Borrascosas sin salir jamás del infierno. Puede que Catherine, hechicera de páramos, lo hicese soñar despierto en aquellos riscos que para él fueron como breves instantes en el paraíso. Pero también ella será la encargada de devolverlo definitivamente al oscuro reino de sufrimiento que nunca abandonó. Ese reino cuyo mapa tiene, curiosamente y según Swedenborg, forma humana. No hay una persona que en cualquier día de su existencia no haya estado en el cielo y también en el infierno.

Según Victor Hugo, un ángel de luz se llevó consigo el alma de Jean Valjean.
Pero nuestro Heathcliff, ya moribundo, sólo espera (lleno de un ansia salvaje) ser arrastrado al fin por el oscuro fantasma de su amada Catherine.


-¡Hola vecino Earnshaw!
-Qué tal doctor Kenneth...

- ¿Tan pronto regresa de Liverpool? ¿qué demonios[La primera te la dan en la frente, Heathcliff] ha traido usted de allí?
- "Jajajaja... un regalo de cielo, aunque está tan negro que más bien parece del diablo... [Leña al mono que es de goma. Bueno, no le demos tanta importancia, parece que en la Inglaterra victoriana quien no nombrara al diablo en una conversación es que era medio gilipollas o algo peor]"
-Quieto muchacho, estamos en casa. [O sea, estamos en casa. En el infierno, claro. Welcome to hell, hell boy]

El niño (aún sin nombre), intuye la perpetuación de su condena en aquel lugar maldito, e intenta huir con el caballo de su bondadoso protector... pero no tiene la suerte de escapar a tiempo. Porque está claro que ese niño no tenía suerte.
-¡Quieto, baja de ahí, joven discípulo de Satán [Y éste es el que más lo quiere y mejor se porta con él... ufff, menos mal que hay Mitigal]...!- Le dice cariñosamente el bueno del señor Earnshaw.

Durante un tiempo, recibirá el cariño y el amor que nunca tuvo. Y con estos nuevos materiales, (afecto, cariño, amor, acogida) materiales desconocidos para Heathcliff, irá forjando (sin darse cuenta) el eslabón más terrible que arrastrará su cadena. Porque aún no se imagina que no hay nada peor en el infortunio que recordar el tiempo feliz.

Ahora te canto, Heathcliff, una saeta popular de los páramos de Yorkshire:

El mundo te condena
como si fueses ladrón.
Llora Heathcliff tu pena,
que ya tiene otro eslabón
tu dolorosa cadena.

4 comentarios:

  1. Otro maldito necesitado de redención.
    Hay muchos malos celuloidos y literarios pero como Heathcliff ninguno. Su degeneración, su capacidad enfermiza de amar y sobre todo odiar a la vez es digna del mismísimo Lucifer.
    Enhorabuena por la entrada Niño.

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  2. Cito textualmente a Carlos Boyero en El País de hoy a propósito del nuevo remake de Cumbres Borrascosas que se ha presentado en Cannes...
    "La directora inglesa Andrea Arnold, autora de Red road y de Fish tank, crónicas inteligentes y con toque amargo de personajes urbanos, ha decidido en Cumbres borrascosas dar su original punto de vista sobre esa intensa, violenta, romántica y legendaria novela de Emily Brönte, que ha tentado en cualquier época a numerosos directores, incluido Luis Buñuel, que hizo una adaptación perversa de ella en la extraordinaria Abismos de pasión. La originalidad de Andrea Arnold consiste, aparte de rodarla casi íntegramente cámara en mano y de despreciar eso tan efectista y embaucador (debe pensar la íntegra autora) de la música exaltando o subrayando los sentimientos, en que ha decidido convertir al desgarrado y vengativo Heatcliff en negro, imagino que para acentuar el racismo de los que le han agredido, humillado y marginado desde que fue adoptado por el padre de Catherine. Utilizando el impresionante paisaje natural de Yorkshire, Andrea Arnold se empeña abusivamente en ser hiperrealista."

    ¡ Heatcliff negro !....

    ¿ Qué será lo siguiente, un Beau Brummel asiático tipo Wong Kar Wai ? ¿ un replicante con acento argentino diciendo.. " ché... cho no mas vi boleadoras mas allá del Perito Moreno, bifes luchando en las estrellas de la bombonera, barras bravas brillando en Palermo...".

    Espero que dejen tranquilo a Bogart...

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  3. Joder, qué notición me has dado. Espero que el número de visitas a mi entrada de niños pedantes celuloidos dedicada al pobre Heathcliff suba como la espuma, gracias al extreno de esta peli. Mi ilusión es que haya en el mundo gente buena y curiosa que se plantee lo siguiente: "... ¿Y quién cojones es Heathcliff? (yo lo escribo con hache intercalada y Boyero sin ella, espero que ese pequeño detalle no extravíe a los internautas) tecleen Heathcliff o Cumbres Borrascosas en Google y por una puñetera casualidad aparezca nuestro blog como enlace, piquen y caigan como la mosca que la araña espera.

    No me parece del todo mala idea la de tiznar la piel de Heathcliff, ni siquiera me parece novedosa, ya que Heathcliff es llamado sucio gitano mendigo en el clásico. Mucha gente de bien (y de mal) es racista con los gitanos, cosa que es recíproca por parte de los gitanos hacia ellos.

    A Beau Brummel (otro desposeido) que no lo toquen. Es la mejor película sobre la Amistad que he visto nunca.

    Al replicante (otro desposeido) que hagan con él lo que quieran, que para eso es personaje de ciencia-ficción.

    En cuanto a Bogart, lo llevas claro. Es archiconocido en el mundillo intelectual que ultimo la versión porno-literaria de "Casablanca"... en la que todos quieren follarse y correrse [a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, si, sobre, tras] Ugarte. El mismo Bogart también.
    El blog se va a poner calentito porque no censuro una sola coma.

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  4. -¡Hola vecino Earnshaw!
    -Qué tal doctor Kenneth...
    - ¿Tan pronto regresa de Liverpool? ¿qué demonios[La primera te la dan en la frente, Heathcliff] ha traido usted de allí?
    - "Jajajaja... un regalo de cielo, aunque está tan negro que más bien parece del diablo...

    Tan "Negro"!!!!!... dice el Señor Earnshaw.
    Ahora todo tiene sentido. El fantasma de Emily Bronte esperaba (lleno de un ansia salvaje) esta versión cinematográfica.
    Si hubo una Emmanuelle Negra, ¿por qué no un Heathcliff negro?

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